Sé que estamos en agosto pero tenía que poner éstas fotos y tambien les debo el otro "camping". Pronto me pondré al día.
Un día de julio salimos con los papás de Javier un poco sin rumbo... Fuimos a la desembocadura del Río Grande de Loíza, donde fui tantas veces en mi adolescencia. Justo llegamos y comenzó a llover, ni nos bajamos del carro.
Paseamos por Piñones hasta donde queda Soleil. La lluvia se había ido y aunque no tenían traje de baño, la playa tan tentadora los invitó a disfrutar.
El 4 de julio nos quedamos en nuestra casa, luego de ir a la Santa Misa y ver un partido de balompié, nos fuimos al patio.
El que está mecaniando es Leonardo, mi hermanito, justo antes de que le comenzaran el tratamiento de quimio.
Me encontré con éstas pequeñitas orquídeas silvestres en un árbol de higuera, que sembramos hace unos años. Me pareció increíblemente bellas y delicadas.
Durante esta semana mi hermano está recibiendo la segunda sesión de quimio. Todo ese pelo que ven ahí lo donó hace un mes, antes de que se le comenzara a caer rápidamente la semana pasada. El es fuerte y mantiene su sentido del humor como siempre.
Muchas veces no aprovechamos este hermoso patio como deberíamos, especialmente cuando el pasto comienza a crecer. Esa casita de madera es almacen y taller de enmarcar, e inventar.
Enfiebrados con el balompié...
Hasta la perra de mis papás se antojó...
Luego la tirada por la polea no podía faltar.
Clara zumbándose. Una pena que los varones van tan rápido que ni se entiendía la foto. Voy a tener que tomar un videito para que vean como lo disfrutan.
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